¿Están los consumidores dispuestos a pagar más por el bienestar animal en los productos lácteos?
Un reciente estudio ha puesto en el centro del debate una cuestión que cada vez resulta más relevante, la pregunta es si los consumidores están dispuestos a pagar más por el bienestar animal en los productos lácteos. El estudio realizado por expertos del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL) de Suiza, ha investigado si los consumidores aceptarían un incremento del precio de la leche y la mantequilla, si con ello mejorase la calidad de vida de las vacas lecheras.
Los resultados obtenidos destacan una tendencia que para los investigadores es interesante, y es que los consumidores suizos priorizan el bienestar animal, incluso por encima de factores como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Este interés de los consumidores no es casual, ya que según el estudio muchos están dispuestos a pagar un extra con tal de que los animales puedan disfrutar de una vida más digna desde hace tiempo.
Según los datos, los consumidores estarían dispuestos a pagar aproximadamente 2’90 euros más al mes por la leche, y unos 2’72 euros más por mantequilla, siempre que eso significara una mejora en las condiciones de vida de las vacas. Estos resultados se traducen en un aumento mensual mínimo en el presupuesto que los consumidores destinan a la cesta de la compra, delatando una disposición real a asumir costes añadidos por cuestiones éticas.
La prioridad del bienestar animal sobre la sostenibilidad
El bienestar animal ha surgido como una prioridad para una parte de los consumidores de productos lácteos, más importante incluso que la sostenibilidad ambiental en determinadas decisiones de compra. Aunque la sostenibilidad y la reducción de emisiones son factores que son valorados, los participantes de la encuesta mostraron menor disposición a pagar por estas medidas si de algún modo afectaban negativamente al bienestar de los animales. De hecho, si la reducción de las emisiones se consiguiera a expensas de las condiciones de vida de las vacas, los consumidores suizos no sólo no querrían pagar más, tambien apoyarían una reducción de los precios.
Los hallazgos de este estudio guardan relación con investigaciones realizadas en otros países de Europa, donde el bienestar animal también ocupa un lugar central en las preocupaciones de los consumidores. Un informe de la Universidad de Portsmouth mostraba que en países como Reino Unido, Suecia y España, los consumidores priorizan cuestiones como la calidad y el bienestar animal en las decisiones de compra de carne y de productos lácteos. Por lo tanto, existe una clara tendencia a nivel europeo hacia una valoración ética en el consumo de productos de origen animal.
La realidad económica y el papel de los gobiernos en el bienestar animal
A pesar de esta voluntad de pagar un poco más por los alimentos, los consumidores europeos no están dispuestos a asumir el coste completo de esas mejoras en el bienestar animal. Recordemos el estudio realizado por BEUC, esta organización europea de consumidores mostraba que el 74% de los encuestados en el estudio consideraba que los gobiernos y la Unión Europea deberían subvencionar a los agricultores para implementar mejores estándares de bienestar animal. En España, por ejemplo, el debate sobre cómo asumir estos costes sigue vigente, y cada vez más consumidores expresan la necesidad de que las políticas europeas garanticen estándares uniformes para todos los productos alimenticios de origen animal, independientemente del país del que procedan.
La importancia del etiquetado y la transparencia de los alimentos de origen animal
La transparencia en el etiquetado es otra de las exigencias que realizan los consumidores. En el caso de Suiza, los consumidores manifiestan su deseo de conocer más detalles sobre la crianza y las prácticas de producción de los animales. Se solicitan etiquetas alimentarias claras que sean confiables y que informen sobre el bienestar animal y la sostenibilidad ambiental, siendo una de las constantes que aparecen en un gran número de estudios. Es algo lógico, ya que es el modo en el que los consumidores pueden tomar decisiones de compra informadas que reflejen sus convicciones y valores éticos. Retomando el estudio citado de BEUC, en él se detalla que hasta el 72% de los consumidores europeos desea que el etiquetado que actualmente se aplica sólo a los huevos, donde se indica el tipo de cría, se extienda también a otros productos de origen animal.
En definitiva, los estudios recientes confirman que los consumidores europeos y en relación a los productos lácteos, están dispuestos a pagar más por ellos cuando las prácticas de producción garantizan el bienestar animal, y también quieren que los gobiernos y las instituciones regulen y apoyen esta transición de un modo justo. Esta tendencia refleja una creciente conciencia sobre el impacto ético de la alimentación, siendo una señal de que la industria alimentaria, los productores y los legisladores, tienen un papel importante a la hora de satisfacer esa demanda de productos alimenticios más éticos y sostenibles.
Mientras el bienestar animal sigue ganando protagonismo en las decisiones de compra de los consumidores, el reto es lograr que estas mejoras no sólo sean económicamente viables, también deben ser accesibles para todos los consumidores y sostenibles a largo plazo para el medio ambiente. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de la página del FIBL y en este artículo publicado en la revista científica Food Quality and Preference.
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