Análisis del Entrenamiento Funcional

Este artículo se basa en una disertación del Profesor Mario Di Santo, en la cual se analiza en profundidad el entrenamiento funcional. El profesor explora su definición y aplicación práctica, aspectos que continúan generando debates entre profesionales de la actividad física y la salud. Además, se abordan los conceptos fundamentales del entrenamiento funcional, sus diversas interpretaciones y su relevancia tanto en la rehabilitación como en la mejora del rendimiento. Para quienes deseen profundizar aún más, al final de este artículo se encuentra el video completo de su exposición.


¿Qué es el Entrenamiento Funcional?

El concepto de entrenamiento funcional varía según cada autor, y sus definiciones pueden enfocarse en distintos aspectos del control motor y la adaptación física. Algunas de las interpretaciones más comunes incluyen:

  • Movimientos Poliarticulares vs. Monoarticulares: Se considera funcional a aquellos ejercicios que involucran múltiples articulaciones simultáneamente, contrastando con los movimientos aislados.
  • Transferencia del Movimiento: Se refiere a la capacidad de un ejercicio para conectar cadenas musculares, integrando el tren superior e inferior del cuerpo.
  • Inestabilidad como Funcionalidad: Para algunos expertos, el uso de herramientas como pelotas BOSU, TRX y superficies inestables define lo funcional.
  • Coordinación Intermuscular: Se enfoca en la sinergia muscular, más allá de la simple hipertrofia o coordinación interna de un solo músculo.

A pesar de estas diversas interpretaciones, definir lo funcional simplemente como «todo lo que no sea una máquina multifuerza» resulta insuficiente. Es fundamental profundizar en la historia y las teorías del control motor para comprender la verdadera esencia de lo funcional.


Perspectiva Histórica: El Origen del Concepto Funcional

El término «funcional» en el movimiento humano se remonta al siglo XIX, durante los debates entre darwinistas y antidarwinistas sobre la evolución de las especies. En este contexto, el neurofisiólogo Hughlings Jackson introdujo la idea de que el sistema nervioso no se enfoca en músculos individuales, sino en movimientos completos.

Jackson afirmaba que la función de un sistema es lo que realmente lo define. Su famosa frase «el sistema nervioso nada sabe de músculos, solo sabe de movimientos» subraya la importancia de entrenar movimientos funcionales, más que músculos específicos.


El Verdadero Significado del Entrenamiento Funcional

El entrenamiento funcional se basa en la versatilidad del sistema motor para alcanzar un objetivo incluso en la ausencia de sus protagonistas habituales. Es decir, se trata de resolver problemas motores a pesar de no disponer de ciertos músculos o estructuras anatómicas.

Ejemplos claros de esta adaptabilidad incluyen:

  • Amputados que logran desplazarse con prótesis.
  • Individuos con lesiones del supraespinoso que pueden realizar la abducción del hombro con otros músculos.
  • Deportistas que adaptan sus patrones motores en situaciones adversas, como el caso de Manu Ginóbili, quien logró una canasta en condiciones extremadamente limitadas.

El enfoque funcional no se limita a entrenar movimientos, sino que busca enriquecer la capacidad del sistema nervioso para elegir diferentes músculos al ejecutar un mismo patrón motor. Esto se traduce en una mayor capacidad de adaptación y resolución de problemas motores.


Entrenamiento Funcional en el Ámbito Terapéutico

El entrenamiento funcional terapéutico no solo persigue la recuperación física, sino que se enfoca en el aprendizaje y reaprendizaje motor. Su objetivo es que el individuo no solo supere el dolor o la lesión, sino que salga del proceso con una capacidad motora enriquecida.

En el caso de una lumbalgia, por ejemplo, el enfoque funcional no se limitaría a fortalecer el recto abdominal, sino a enseñar al cuerpo a programar la acción motora en diferentes contextos. Esto garantiza que la persona pueda adaptarse mejor a situaciones variables, reduciendo el riesgo de recaídas.


Aplicaciones Prácticas del Entrenamiento Funcional

El entrenamiento funcional puede ser:

  • Estable o Inestable: No depende exclusivamente del uso de dispositivos inestables. Un entrenamiento estable puede ser funcional siempre que promueva la versatilidad motriz.
  • En el Deporte: Mejora la capacidad del atleta para adaptarse a perturbaciones y ejecutar movimientos en diferentes ángulos y contextos.
  • En la Rehabilitación: Se utiliza para restablecer la función motora, promoviendo la alfabetización motriz y preparando al paciente para situaciones de contingencia muscular.

Un buen programa de entrenamiento funcional debe:

  1. Progresar de lo estable a lo inestable, solo cuando el dominio técnico lo permita.
  2. Fomentar la variabilidad motriz, evitando la repetición excesiva de los mismos movimientos.
  3. Integrar tareas cognitivas y físicas, simulando las demandas reales del entorno deportivo o cotidiano.

Conclusión: Un Enfoque Integral para el Movimiento Humano

El entrenamiento funcional va más allá de las modas o del uso de equipos específicos. Su verdadera esencia radica en preparar al cuerpo para la vida real, donde las situaciones son impredecibles y los patrones de movimiento deben ser adaptables.

Tanto en el deporte como en la rehabilitación, entrenar de manera funcional implica desarrollar una mayor capacidad para resolver problemas motores, promoviendo la versatilidad y la eficiencia del sistema neuromotor.

El éxito del entrenamiento funcional reside en la riqueza motriz y en la capacidad del cerebro para elegir diferentes músculos al ejecutar un mismo movimiento, garantizando así un rendimiento óptimo y una recuperación eficaz frente a lesiones o limitaciones físicas.



Ver fuente

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *